Todos hemos vivido momentos en los que nos sentimos como si estuviéramos firmemente plantados en el suelo, en control de todo lo que la vida nos depara, cuando, de repente, ocurre algo que nos derrumba, como una ola repentina sobre un castillo de arena. Puede ser inesperado y cambiar drásticamente la vida que llevábamos.

Estas grandes transiciones de la vida pueden deberse a una enfermedad o un fallecimiento, un cambio repentino de trabajo o cualquier evento que transforme tu futuro inmediato, exigiéndote que te detengas y reevalúes cómo seguir adelante. En esos momentos será importante recordar tus habilidades para la vida, como la forma de aliviar el estrés y mantener el cuidado personal ante todo. Quizás incluso tengas que recordarte a ti mismo cómo ser feliz. No obstante, con algo de planificación y algunos movimientos deliberados, te darás cuenta de que tienes las habilidades para recorrer ese camino lleno de obstáculos que tienes por delante.

Estas son algunas estrategias sencillas para mantener la cordura durante una transición difícil de la vida. Puedes elegir las que creas que te funcionarán mejor.

Apoyarse en los demás y reencontrarse con viejos amigos

Es probable que, en años pasados, hayas tenido amigos que sabían que podían acudir a ti si estaban pasando por momentos difíciles. Tal vez los escuchaste cuando se enfrentaban a un obstáculo en sus vidas o los ayudaste a trazar un plan para salir de un gran problema. Es el momento de dejar que te devuelvan el favor.

Tener un sistema de apoyo social puede ser una verdadera fuente de alivio y conexión durante los momentos de transición. Cuando las cosas parecen ser temporalmente desalentadoras; tan solo sentarse con un buen amigo o escuchar su voz pueden evitar que te sientas aislado. Estar con amigos y familiares que te apoyen es extraordinario, pero si no puedes estar con ellos en persona, de igual manera pueden compartir un tiempo significativo. Llámalos por teléfono, haz una videollamada o mándales un mensaje de texto para mantener abiertas las líneas de comunicación. Podrías estas a solo una conversación de sentirte mejor.

Tener autocompasión

Esto puede resultar difícil para algunas personas. Es posible que seas de los primeros en no exigir demasiado de tus amigos cuando están pasando por un momento difícil, pero tal vez no sabes cómo hacerlo cuando se trata de ti. Más que nunca, tienes que recordar no ser tan duro contigo mismo. Usa esa bondad y compasión que estás tan dispuesto a proporcionar a los demás contigo mismo. Te ayudará a mantenerte saludable tanto en el aspecto emocional como mental. Algunas maneras de comenzar:

• Trátate a ti mismo con la misma bondad con la que tratarías a un niño pequeño.
• No esperes ser perfecto.
• Entiende que no estás solo.

Reconoce tus sentimientos.

Al suprimir tus sentimientos, estos no van a desaparecer. Todo el mundo enfrenta sus propios obstáculos y cambios en la vida, ya sea que tengan que ver con la salud, la carrera, la ansiedad sobre el estado de la economía o cómo va el plan 401k. Para algunos, estas transiciones podrían dar lugar a una sensación de duelo. Es importante no dejar que esos sentimientos te abrumen. En lugar de eso, reconoce que los tienes y date tiempo para pensar en cómo vas a salir adelante.

Te recomendamos que evites pensar en los peores casos. Caer en una espiral de pensamientos negativos no te ayudará a procesar tus sentimientos. Haz un esfuerzo por ver el lado positivo de esta transición o explora situaciones alternativas que puedas utilizar para superar un momento difícil. Y si hay algunas cosas que están fuera de tu control, es hora de hacerlas a un lado mentalmente. No te servirá de nada aferrarte a esos problemas y preocuparte por ellos.

Darse cuenta de que el cambio es parte de la vida

Hay muchas personas que no reaccionan bien ante el cambio y para ellos es más difícil ajustarse a las transiciones de la vida. Si comprendes que la vida sería muy aburrida sin cambios, podrás aliviar parte de la incertidumbre que acompaña a estos períodos. Si bien puede ser difícil acoger la fluidez de la vida, es bueno reconocer que el cambio es algo que nos sucede a todos. Las personas entran y salen de nuestras vidas, las carreras tienen puntos de inflexión, e incluso las posesiones materiales van y vienen. En vez de luchar contra el cambio cada vez que se presenta, aprende a seguir la corriente y estarás más tranquilo.

Ejercicio

El ejercicio puede ser una gran ayuda cuando estás buscando alivio al estrés en los tiempos de transición. Las investigaciones han demostrado que una buena sesión de ejercicio cardiovascular puede disminuir el estrés y los niveles de ansiedad, además de estimular las sustancias químicas en el cerebro que gobiernan el crecimiento de las células nerviosas. Además, puede dejarte agradablemente cansado y dejarte listo para dormir bien por la noche.

Si usas el ejercicio para aliviar el estrés, no olvides el elemento de cuidar de ti mismo. Mantente hidratado con una botella de agua reutilizable o prueba con algo como Perfect Empowered Drinking Water®, que utiliza un proceso de purificación de 15 pasos para eliminar contaminantes y garantizar la pureza.

Haz ejercicios de respiración

Con unos cuantos ejercicios de respiración sencillos obtendrás alivio inmediato del estrés. Si te afecta la ansiedad, prueba estos pasos:

1. Ponte cómodo. Recuéstate en la cama, o siéntate en tu silla o sofá favoritos.
2. Cierra los ojos.
3. Respira por la nariz contando hasta 5.
4. Coloca la mano sobre el abdomen y siente cómo se expande mientras inhalas.
5. Respira lentamente exhalando por la boca mientras cuentas hasta 10.
6. Repítelo durante 2 a 3 minutos.

Una transición repentina de la vida puede hacerte sentir desorientado y perplejo. Sin embargo, si aprovechas tu red de apoyo, hablas de lo que sientes, y dedicas algún tiempo a ejercitarte y a cuidar de ti mismo, podrás lograr un mayor control de tu vida y comenzar a seguir adelante.