El debate en curso sobre el uso de pajillas/absorbentes de plástico, fue noticia el año pasado, al mismo tiempo que las cadenas de comida rápida compitieron por ser las primeras en lanzar sus versiones de «hamburguesas» a base de plantas. Mientras tanto, las ventas de alimentos orgánicos avanzaban constantemente. En esencia, todos estos temas tienen algo en común, y no se trata sólo de charlas en las redes sociales y discusiones de mesa durante la cena familiar. Se encuentran entre las principales tendencias que impulsan a la industria de la tecnología alimentaria hacia un panorama más sostenible a lo largo del año y más allá.

La industria alimentaria sostenible ha evolucionado rápidamente en los últimos años, con las empresas y los consumidores impulsando los cambios; y se espera que durante el 2020, no sea diferente. Desde la sostenibilidad agrícola hasta la tecnología alimentaria, hay muchos problemas sobre la mesa a medida que las conversaciones centradas en la sostenibilidad ambiental continúan en el foco de atención. Los expertos saben que el 2020 será importante para la industria alimentaria sostenible, con un puñado de tendencias continuando como temas candentes.

Demos un vistazo a estas tendencias principales.

1. Cadenas cortas de suministro de alimentos

Comprar alimentos que han crecido y producido cerca de tu propio patio trasero, ha sido una tendencia durante años, pero las opciones continúan expandiéndose a medida que más personas se vuelven conscientes de los beneficios detrás de las cadenas de suministro de alimentos más cortas. Ya sea que se trate de más puestos en tu mercado de agricultores locales, o más membresías estacionales en la empresa agrícola cercana apoyada por la comunidad, un número cada vez mayor de personas quieren saber que sus alimentos están siendo cultivados dentro de su propio código postal. Al adoptar cadenas de suministro de alimentos cortas, los consumidores están tomando decisiones que no sólo impulsan la economía rural de su área, sino que también impulsan la creación de nuevas formas de vender productos locales.

2. Trazabilidad

Los consumidores han hecho de la trazabilidad –la idea de ser capaces de rastrear un alimento o ingrediente específico a través de todas sus etapas de producción y distribución– una expectativa cuando se trata de seguridad alimentaria. Las empresas ven la trazabilidad como una manera de educar a sus clientes y garantizar los productos que están comprando. Al crear y poner a disposición un historial del viaje de un producto a través de la cadena alimentaria, se crea una relación de «beneficio mutuo» entre los vendedores y los compradores. Todos estos datos detrás de un producto crean una «impresión alimentaria» trazable, una tendencia que se espera que evolucione con aún más información disponible para los consumidores en el próximo año.

Algunas empresas han estado dando a los consumidores la tranquilidad que viene con la trazabilidad durante décadas. Una de esas marcas es Nutrilite, que obtiene algunos de los ingredientes de sus suplementos de verduras, frutas y hierbas cultivadas en granjas. Nutrilite mantiene un cuidadoso registro de cada ingrediente utilizado para hacer sus suplementos, desde quién sembró las semillas hasta quién recolectó las plantas. Este cuidadoso seguimiento de semillas, plantas, granjas, agua y nutrientes supera con creces los estándares de la industria. Este compromiso con la transparencia es la razón por la que Nutrilite se ha convertido en una marca de confianza.

3. Reutilización de residuos

En estos días, minimizar el desperdicio de alimentos no solo se encuentra en el centro de los debates ecológicos, sino que ha estimulado la creación de una amplia gama de negocios dentro de la industria de tecnología alimenticia. Hay empresas cuyo único propósito es ayudar a restaurantes y cocinas profesionales a minimizar el desperdicio en diferentes puntos de la cadena de suministro. Otros innovadores están reciclando desechos de productos alimenticios, convirtiendo libras de posos de café o tinas de grasa de fritura francesa en biocombustibles avanzados y bioquímicos. Otros se han alineado directamente en el lado de la justicia social, conectando a los productores y transportistas de alimentos con organizaciones benéficas para minimizar el desperdicio de alimentos. Debido a que este tipo de tecnología es tan fluida, es probable que sea un carril rápido para el crecimiento de la sostenibilidad.

4. Reducción de envases de alimentos

En cuanto a los empaques excesivos en los alimentos que estamos comprando, la reacción del consumidor ha crecido rápidamente. Las preocupaciones sobre la contaminación plástica en los océanos y los vertederos, han impulsado campañas que han despegado en las redes sociales con imágenes publicadas de animales marinos muertos encontrados llenos de artículos de plástico, o una tortuga marina enredada en un anillo de plástico de aquellos utilizados en los paquetes de seis cervezas. La presión de los consumidores sobre las empresas alimentarias para que aborden los impactos ambientales de sus envases ha ido aumentando, sin signos de desaceleración. Esto hace que las empresas avancen hacia materiales de envasado de alimentos más sustentables. Cuando se trata de este tema, los consumidores con mentalidad sustentable serán el juez de cómo se reciben estos esfuerzos.

5. Enfoque en alimentos orgánicos

El interés por las frutas y verduras orgánicas, e ingredientes orgánicos en los alimentos, ha ido aumentando constantemente y seguirá siendo de interés en el 2020. Atrás quedaron los días en que solo se podía encontrar una fuente confiable de artículos orgánicos en los mercados de agricultores o en los puestos de carretera locales. La distribución de alimentos orgánicos continúa expandiéndose entre los minoristas del mercado masivo, impulsados en gran medida por la demanda de los consumidores no sólo de carnes criadas orgánicamente, sino de quesos orgánicos y otros productos envasados. Se espera que la selección de artículos siga aumentando, con más productos orgánicos de marca privada que aparecerán en los estantes en el 2020.

6. Educación alimentaria

La educación del consumidor y la conciencia alimentaria son un camino que se espera se amplíe durante el próximo año. No se trata solo de que las personas estén cada vez más interesadas en temas como la trazabilidad y la transparencia de los alimentos. Leen las etiquetas de los alimentos que compran con mayor frecuencia y eligen compañías que creen que se alinean cercanamente con sus valores sociales y ambientales. El conocimiento ha resultado ser una forma impactante de dar forma a un sistema alimentario sostenible, y es una nueva tendencia que está empezando a ganar impulso.

7. Movimiento alimentario a base de plantas

A medida que la creciente aceptación del veganismo se cruza con un segmento relacionado con el consumismo ético, se esperan ver grandes avances en las ofertas de alimentos a base de plantas. Desde cadenas de comida rápida hasta cajas congeladas en los supermercados, las proteínas vegetales se están incorporando a lo grande y están ganando terreno incluso con compradores que no se consideran veganos. Los consumidores muestran cada vez más interés en diversificar sus dietas. Este movimiento alimenticio a base de plantas está siendo impulsado por personas que han reducido su consumo de carne y desean aumentar su consumo de verduras. Estos son consumidores que se consideran conscientes de la salud y respetuosos con el medio ambiente.

No es de extrañar que las principales tendencias de sostenibilidad alimentaria en 2020 sean impulsadas por consumidores que están cada vez más seguros de sus selecciones de alimentos, e igualmente decididos a tener suficientes datos e información para tomar buenas decisiones. Cuestiones clave como la seguridad alimentaria, la sostenibilidad ambiental y la capacidad de proporcionar una amplia variedad de opciones mantendrán interesante la evolución de este año.