
MANERAS DE HACER QUE LOS NIÑOS COMAN SALUDABLEMENTE
A medida que los niños crecen y sus gustos cambian, muchos padres saben que la hora de comer puede convertirse en una pequeña batalla cuando se trata de comer saludablemente. Como padres, queremos que nuestros hijos coman alimentos buenos y nutritivos que los mantengan físicamente sanos. Pero desde los niños pequeños hasta los adolescentes, hay muchos que parecen tener decidido lo que debe –y no debe– ir en sus platos. ¿Te hacen malas caras cuando les sirves zanahorias, o están decididos a eliminar de este mundo el brócoli o cualquier vegetal verde?
Hacer que tus hijos coman diferentes tipos de alimentos puede ser estresante. Pero con algunos simples consejos y estrategias, puedes lograr que tus hijos coman saludablemente e incluso disfruten los buenos alimentos que eligieron. Veamos algunas de las maneras más fáciles de cambiar a una alimentación saludable.
Prepara la comida con tus hijos
En muchos hogares, la hora de comer se vuelve todo un apuro y hace que los padres saquen a los niños de la cocina para no amontonarse. Pero al permitir que los niños participen, les da la oportunidad de apreciar los alimentos y lo que conlleva traerlos a la mesa. Aprovecha este tiempo para mostrarles a tus hijos las frutas y verduras que usarán para la comida. Haz que los más pequeños formen parte de la acción ofreciéndoles una silla o taburete para que puedan alcanzar el mostrador de la cocina. Déjalos que elijan e inspeccionen los alimentos. Si tienen la edad suficiente para hacerlo con seguridad, déjalos que ayuden a cortar, sazonar y revolver la comida en la estufa.
Este también es un gran momento para compartir recetas familiares con tus hijos. Estos son momentos para crear recuerdos mientras preparan alimentos que a te gustaban en tu niñez, compartiendo más que una simple receta. Esto puede ayudar a que tus niños se sientan entusiasmados preparando comidas, y les ayuda a entender el valor nutricional y el esmero en prepararlas.
Muestra el camino y sé un ejemplo a seguir
Los niños escuchan lo que dices y observan lo que haces cuando se trata de alimentación. De modo que, si por un lado les estás predicando los beneficios de comer limpio y tomar decisiones saludables, pero por otro lado te ven no desayunando, o comiendo comidas procesadas y dulces porque tu día está demasiado ocupado como para preparar el almuerzo, o yendo a un restaurante de comida rápida para cenar, les estás dando mensajes contradictorios. Aquí te damos maneras simples de cómo ser buen ejemplo:
- Asegúrate de que tus hijos te vean incluyendo alimentos saludables en tu propia dieta.
- Resalta los datos nutricionales mientras seleccionas los ingredientes para las comidas.
- Mantén pequeñas las porciones que sirves a tus hijos, para que las quieran probar más fácilmente. Es más factible que ellos estén dispuestos a probar un «arbolito» de brócoli que una cucharada esparcida por su plato. Si siguen teniendo hambre, te pedirán más.
- Trata de que coman en familia.
Enséñales sobre los alimentos y de dónde provienen
Los niños son curiosos por naturaleza, y hablar sobre los alimentos crea momentos oportunos de enseñanza. Puedes explicarles cómo ciertos alimentos son beneficiosos para sus cuerpos, y por qué es importante incluir una variedad de frutas y verduras frescas, granos y proteínas en sus dietas. A medida que crezcan, puedes darles más detalles que expliquen la diferencia entre carbohidratos, grasas naturales, vitaminas, minerales y fibra. No omitas enseñarles la diferencia entre alimentación limpia y alimentos altamente procesados.
No prohíbas los alimentos
No prohíbas que coman ciertos alimentos, a menos que sean alérgicos a nueces, lácteos u otros ingredientes. Deja que tus hijos sientan la libertad de saborear y probar lo que deseen. Por ejemplo, no etiquetes todos los alimentos azucarados y postres como "malos” tan solo porque quieres evitar que se excedan con los dulces. Déjalos disfrutar de golosinas en pequeñas cantidades como parte de una dieta saludable. Una manera fácil de lograr esto es terminar la cena poniendo en la mesa un pequeño plato de postres tamaño bocado para que la familia comparta. Los niños pueden elegir lo que más les gusta, ya sea una galleta o un pedazo de chocolate negro, y aprender a saborear la cantidad justa de postre.
Mantén opciones de refrigerios saludables en casa
Comer refrigerios entre comidas es lo que produce una alimentación poco saludable en los niños. Haz que sea más fácil alimentarse bien con buenas opciones de comidas al alcance de tus hijos. Trata de mantener estos refrigerios en existencia:
- fruta fresca;
- yogur;
- nueces y semillas;
- huevos hervidos;
- pan multigrano para tostadas;
- refrigerios saludables en paquetes de porciones individuales para un mejor control, como el refrigerio de proteína Zesty BodyKey by Nutrilite™ o Slim Popcorn de BodyKey™ con un toque de sal marina y té verde.
Enséñales que un estilo de vida saludable es más que solo comer bien
Cuando se trata de hablar sobre cómo vivir una vida sana, debemos comenzar con los alimentos y la nutrición. Pero asegúrate de darles a tus hijos el panorama completo. Háblales de cómo el ejercicio, la actividad física y pasar tiempo jugando afuera ayuda a construir cuerpos y mentes sanos. Anímalos a probar diferentes deportes, o simplemente caminar o pasear juntos y que aprecien estar al aire libre. Estar saludable también significa limitar el tiempo frente a una pantalla y pedirles que hagan actividades que no impliquen dispositivos electrónicos. Por último, asegúrate de que comprendan la importancia de dormir lo suficiente.
Hay tantas cosas que los niños deben aprender para cuidar de sus cuerpos. Poder comprender la importancia de la nutrición es esencial, porque la mayoría de las personas no obtienen las 5 a 9 porciones recomendadas de frutas y verduras diariamente. Una manera de llenar la brecha nutricional es aumentando los fitonutrientes, o nutrientes de plantas, en tu dieta. Cuando se consumen, estos nutrientes naturales en las plantas dan a las frutas y verduras sus colores vibrantes y los beneficios de salud respectivos. Una opción para llenar las brechas nutricionales en la dieta de tus hijos es con suplementos ricos en fitonutrientes como el Concentrado de frutas y verduras masticable para Niños de Nutrilite™. Una porción diaria de dos tabletas que proviene de la mora azul, bayas de saúco, romero, cerezas acerola, brócoli, espinaca y zanahorias.
Los niños sanos suelen ser niños felices porque se sienten bien. Algunos cambios sencillos en la manera cómo te enfocas en los alimentos y la hora de comer harán que la salud de tus hijos sea una prioridad en tu familia, y permitirá hacer cosas aún más divertidas juntos.
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