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LO QUE SIGNIFICA ENTRENAR VERSUS MANERAS DE MOTIVAR A TU EQUIPO

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Si alguna vez has visto un partido de béisbol de la Little League, probablemente sabes que los entrenadores tienen un trabajo mucho más importante que solo hacer un seguimiento de qué niño va a batear en el próximo turno y animar a los jugadores a correr por las bases antes de que lleguen a la base del bateador. Los entrenadores saben cómo leer a sus jugadores. Calman a los más entusiasmados, tratan de reforzar la confianza de los niños tímidos y vigilan media docena de cosas a la vez. También recuerdan recompensar a su equipo cuando hacen un buen trabajo.

Los lugares de trabajo no son tan diferentes al pasatiempo favorito de los estadounidenses. Cuando se trata de liderar un grupo diverso de empleados, existen diferencias entre «gestionarlos» y «entrenarlos», así como una variedad de formas de incentivar la productividad y motivar a las personas en el trabajo. Los líderes siempre tienen la opción de trabajar para ser más colaborativos, en lugar de simplemente dar instrucciones. El entrenamiento para la motivación y el éxito va a requerir un poco más de esfuerzo, pero puede producir resultados mucho más importantes.

Los gerentes y los entrenadores no son iguales, pero los buenos gerentes pueden y juegan un papel efectivo como entrenador para sus empleados. Un factor es la clave: El entrenamiento depende de la comunicación abierta entre gerentes y empleados, lo que significa que los gerentes deben estar dispuestos a invitar a sus empleados a compartir sus opiniones y, luego, darles el respeto de escucharlas. Solo entonces entenderán cómo entrenar y apoyar a cada persona.

El entrenamiento se puede considerar como una función esencial de un gerente efectivo. A continuación, aparecen algunas maneras sencillas de asegurarse de que vas por el camino correcto.

Dar un buen ejemplo

Promover un ambiente laboral positivo es quizá la parte más importante de cualquier lugar de trabajo, y los gerentes desempeñan un papel fundamental al establecer las pautas de una oficina. Tratar a las personas con respeto y asegurarse de tomarse el tiempo para hablar con cada una durante el transcurso del día, incluso si es algo breve, refuerza el sentido de trabajo en equipo que se necesita para que un grupo funcione de manera eficaz.

Mantener una actitud optimista crea un buen entorno. Los gerentes que alientan a grupos exclusivos, tienen empleados favoritos o ignoran a ciertos trabajadores envían el mensaje de que no todo el mundo es valorado. Dar un buen ejemplo en tu lugar de trabajo significa modelar el tipo de comportamiento que deseas que siga tu equipo.

Establecer metas alcanzables

Cuando los empleados están trabajando para lograr un objetivo común, ya sea lograr un nivel de desempeño específico o cerrar un acuerdo importante, descubrirás que quieren hacer las cosas bien y tener éxito. Sin embargo, cuando los objetivos son rebuscados o cambian constantemente, pueden sentirse desalentados. Los empleados no están seguros de porqué se esfuerzan, y pueden decidir que es culpa del gerente no recibir instrucciones claras.

Es importante realizar reuniones con los empleados regularmente para conversar sobre sus objetivos y hacer un seguimiento del progreso que están logrando. Estas pueden ser reuniones de equipo o sesiones individuales, según el trabajo que se realice. Si los empleados se topan con un obstáculo, se deben escuchar sus inquietudes, luego, analizar las opciones para volver a encaminar el trabajo. No se debe olvidar el proporcionarles una retroalimentación constructiva, y que sientan la certeza de que son escuchados.

Empoderar a los empleados y ofrecerles autonomía

Si siempre optas por microgestionar cada paso de tu equipo, es aquí donde tienes que aprender a soltar las cosas. Facultar a los empleados para que puedan opinar sobre cómo hacer su trabajo (luego, darles la confianza y la autonomía para probar que pueden hacerlo bien) significa soltar el control que puedas tener en sus tareas laborales diarias. En lugar de eso, concéntrate en los objetivos más grandes. Si están logrando sus objetivos y están alcanzándolos mediante el trabajo de una manera que ellos se sientan más eficientes, lograste una situación en la que todos ganan, tanto tú como gerente, como tus empleados.

Asegúrate de preguntar por sus perspectivas y opiniones. Esto se relaciona con mantener abiertas esas líneas de comunicación. Escuchar a tus empleados les demuestra que valoras su opinión. Tomar sus ideas y permitirles implementarlas de una manera que les permita hacer su trabajo lo mejor que puedan los motivará a tener éxito.

Tener un entorno de trabajo flexible

Realizar pequeños cambios para crear un ambiente de trabajo flexible es otra forma de entrenar a tu equipo para tener éxito. La flexibilidad fomenta la productividad, la felicidad y la satisfacción en el trabajo de los empleados. Estas son algunas maneras en que puedes hacer que tu lugar de trabajo sea más flexible y, aun así, cumplir tus objetivos

  • Dales a tus empleados la opción de trabajar desde casa un día o dos veces por semana
  • Ofrece horarios flexibles, que pueden incluir turnos más temprano o más tarde
  • Limita las reuniones
  • Establece un punto claro para que los empleados hagan comentarios

Proporcionar oportunidades para el desarrollo profesional personal

La mayoría de los empleados quieren sentir que están trabajando para lograr una meta profesional más alta. Quieren saber que su gerente está preocupado por su desarrollo profesional personal. Los gerentes inteligentes usarán esto como una herramienta motivacional. Anima a tus empleados a aprovechar las oportunidades de educación continua. Pídeles que busquen seminarios o sesiones de capacitación a los que les gustaría asistir y que hagan una solicitud en la que detallen cómo estas actividades ayudarán a potenciar su conjunto de habilidades. Si se comprometen a profundizar su educación, pueden aportar nuevas perspectivas a su trabajo y beneficiar a la empresa.

Reconocer el trabajo arduo y proporcionar incentivos

A todos les gusta que se reconozca su trabajo arduo y los gerentes saben que el reconocimiento y los incentivos para los empleados pueden ser un gran motivador a la hora de entrenar a los trabajadores para lograr el éxito. Es preciso asegurarse de proporcionar reconocimiento por un trabajo bien hecho. Esto podría ser una felicitación y aplausos al final de las reuniones semanales de equipo, un reconocimiento por correo electrónico a alguien que completó un proyecto difícil o algo con un toque más personal, como una nota escrita a mano que se entregue al escritorio de alguien y que les haga saber lo valiosos que son.

Los aumentos salariales y los bonos son una forma clara de recompensar el trabajo arduo. Sin embargo, los incentivos no siempre tienen que ser monetarios. Si tu equipo está trabajando en un proyecto grande para un cliente y esforzándose para alcanzar un objetivo de producción, considera recompensar a los empleados con un día o dos días de vacaciones adicionales cuando terminen. Boletos para ir al cine y tarjetas de regalo para una cafetería o un restaurante cercanos también son una gran muestra de agradecimiento. A algunos gerentes les gusta enviar cajas de regalo a las casas de los empleados para mantener los reconocimientos privados, pero a otros les gusta dejar pequeñas canastas de regalo en los escritorios de los empleados como un toque más personal. Algunas ideas de lo que se puede poner en ellas son tarjetas de regalo, cajas de chocolates, una botella de vino o su bebida favorita y algunos artículos de uso personal. Trata de elegir artículos que a la mayoría de las personas les gustaría recibir, como una crema de manos G&H Nourish+™, que puede dejar la piel humectada durante 24 horas. O si sabes que el empleado tiene un estilo de vida activo, agrega una variedad de sabores de Tubitos Deportivos XS™, que pueden convertir su agua en una bebida refrescante que brinda una combinación de vitaminas B y selenio.

Una vez que se crea el compromiso de ser un entrenador en lugar de solo un gerente, saltará a la vista la diferencia marcada en cómo se puede motivar a un equipo. Si les das objetivos claros y, luego, les ofreces la autonomía y la flexibilidad para alcanzarlos, estarás listo para celebrar los éxitos de tu grupo.