Algunos días comienzas con las mejores intenciones. Empacas tu bolsa con lo necesario para tu rutina de ejercicios y haces un recordatorio en tu teléfono para ir al gimnasio después del trabajo. Entonces las excusas y justificaciones comienzan a acumularse en tu cabeza: Deberías quedarte más tarde en el trabajo en vez de ir a hacer ejercicio; o tomaste una clase de cardio más temprano en la semana así que podrías faltar al gimnasio hoy. Comienzas a pensar en lo cómodo que es tu sofá y te convences de que prefieres ir a casa y relajarte.

El ejercicio es tan importante para mantenerse físicamente saludable, pero motivarse para dedicarse a entrenamientos regulares a veces puede ser difícil. Sentirse perezoso o incluso estar en un mal estado de ánimo puede afectar tu deseo de continuar con tu rutina de ejercicio.

Hemos reunido algunos consejos simples de motivación de ejercicio que puedes seguir para tomar el control de tu mentalidad y animarte a moverte.

Establecer pequeños objetivos de acondicionamiento físico

Una de las razones por las que algunas personas no se mantienen motivadas cuando se trata de ejercicio es que fijan metas que son demasiado desafiantes desde el principio, y luego se frustran cuando no pueden alcanzarlas rápidamente. Establecer pequeños objetivos de acondicionamiento es una clave para mantener fuerte el entusiasmo y motivación. Concéntrate en dar pequeños pasos, no grandes saltos y tener hitos claros y accesibles. Por ejemplo, si te gusta correr pero buscas excusas para posponerlo pensando que no tienes tiempo para correr cinco millas, tienes que establecer un objetivo más realista. Fíjate la meta de correr solo una milla, luego te felicitas al lograrlo. Es lo mismo para los ejercicios de cardio. Si has pensado querer agregar flexiones a tu rutina, establece el objetivo de comenzar con 10 cada día durante una semana. Una agenda de ejercicios es una gran manera de hacer el seguimiento a tus objetivos. Puedes revisar cada día y aumentar paulatinamente lo que deseas lograr. Revisar los objetivos que ya has alcanzado es una gran manera de mantenerte motivado para seguir adelante.

Entrenar en compañía

Puedes pensar que lo último que quieres es alguien a tu lado cuando estás sudando, respirando duro y enfocándote en tu entrenamiento. Pero el ejercicio con otra persona tiene muchos beneficios cuando se trata de motivación e impulsar tu rutina de acondicionamiento al siguiente nivel. Elige a alguien que tenga una personalidad alentadora, que pueda animarte a través de tu entrenamiento, y tú puedas hacer lo mismo por ellos. A veces, este poco de estímulo amistoso y competitivo es el impulso que necesita para presentarte a tu entrenamiento y terminar fuerte. Hacer ejercicio en compañía también ayuda a mejorar tu círculo social y te permite hacer conexiones significativas con personas que buscan objetivos similares.

Mantener rutinas cortas

Tratar de motivarte cuando temes a un entrenamiento de una hora de duración que se aproxima, es suficiente para reducir tu energía antes de comenzar. Si no estás en el estado de ánimo para hacer ejercicios, saber que vas a una sesión de ejercicios corta puede ayudarte a lograrlo más rápido. En los días cuando te sientes de esta manera, trata de limitar tu entrenamiento de 15 a 30 minutos. Es mejor que no hacer ejercicio en absoluto, y puedes aun obtener un entrenamiento intenso en un período corto de tiempo.

Crear una lista de canciones

La música puede ser un motivador excelente. La canción correcta con un buen ritmo puede estimularte a correr más rápido, bombear los pedales más fuerte en la bicicleta, llevarte a través de adiciones en una máquina de peso y generalmente aumentar tu estado de ánimo. Para crear tu propia marca de estímulo acústico, crea una lista de reproducción con todas sus canciones favoritas para aumentar tu motivación durante un entrenamiento. Mientras disfrutas de tus ritmos, no olvides hidratarte. Para añadir un impulso a tu agua, elige un producto como los Tubitos deportivos XS™, que vienen en sabores refrescantes y repletos de una combinación de vitaminas B y selenio para ayudarte a luchar contra los radicales libres. Su diseño hace que sea el tamaño perfecto para llevar en tu auto, bolsa de gimnasio o bolso.

Probar una variedad de entrenamientos diferentes

Mantén las cosas vibrantes e interesantes incorporando una amplia variedad de ejercicios a tu rutina de acondicionamiento. Limitarse a cambiar entre cardio y pesas cada dos días puede comenzar a sentirse rutinario después de un tiempo. Elimina el aburrimiento eligiendo nuevos entrenamientos como clases de yoga o bicicleta estática, también puedes intentar correr o tomar algunas lecciones introductorias para tenis o aeróbic acuático. Intentar diferentes cosas no solo te ayuda a encontrar nuevos entrenamientos que realmente te puedan gustar, también la variedad es un buen motivador.

Establecer un tiempo determinado de entrenamiento

Parte de animarte a hacer ejercicio es apuntarte para hacerlo. Establecer un tiempo determinado para dedicarlo al ejercicio, demuestra la importancia que te das a ti mismo Al establecer un tiempo para el entrenamiento, estás creando una expectativa de que tendrás tiempo para concentrarte en las cosas que te mantienen físicamente saludable. Establece recordatorios en tu teléfono para mantenerte responsable.

Encontrar tu motivación física puede venir de muchas formas, desde programar regularmente tus entrenamientos, formar equipo con un amigo o aprovechar la música que se convierte en un telón de fondo alentador para tu próxima sesión de ejercicio.