Para algunos de nosotros, aprender a trabajar desde casa puede poner nuestras vidas al revés, al menos en los primeros días. Es posible que te cueste un poco acostumbrarte y adaptarte a ver el hogar como el espacio principal de trabajo. Es posible que los límites entre el trabajo y el tiempo personal se vuelvan un poco confusos y que te tardes un poco en establecer una rutina.

Cuando nos enfrentamos a una nueva normalidad, una de las primeras cosas que debemos cambiar puede ser nuestra conducta alimenticia. Comer sano puede ser muy difícil cuando trabajas a pocos pasos de tu refrigerador. En tiempos como estos, recurrir a la comida chatarra puede parecer una forma de aliviar el estrés.

Es posible que tu cuerpo comience a tener antojos de alimentos altos en calorías y azúcar en momentos estresantes. En otras palabras, la posibilidad de comer papas fritas y comida chatarra con más frecuencia, es muy alta. Para empeorar las cosas, el estrés también puede generar niveles elevados de cortisol en tu cuerpo, lo que aumentará tu apetito.

Pero no te preocupes. Hay opciones más saludables a tu alcance. Estamos compartiendo consejos sobre cómo evitar comer por estrés cuando trabajas desde casa.

Establece un programa de alimentación

Podrías pensar que estando en casa lo último que necesitas es un programa diario de comidas. No es cierto. Establecer una rutina constante para tus comidas y refrigerios diarios te ayuda a mantener tu alimentación bajo control. Respetar esto evitará que comas de manera descuidada durante el día.

Prueba los siguientes cuatro consejos para comenzar:

• Intenta desayunar antes de que transcurra 1 hora desde que despertaste.
• Planifica tres comidas por día.
• Programa un refrigerio en la mañana y en la tarde.
• Utiliza la alarma de tu teléfono celular para establecer recordatorios de comidas y refrigerios.

Mantente hidratado.

Es importante recordar mantenerse hidratado. Para hacerlo más fácil, mantén un vaso de agua, una taza de té o cualquier bebida que te guste en tu escritorio mientras trabajas, para que puedas beber durante el día con frecuencia. Esto también te ayudará a mantener las manos ocupadas, de manera que no tengas la necesidad de buscar algo para comer. Cuando llenes tu vaso, evita consumir bebidas con azúcar o con endulzantes artificiales, ya que pueden desordenar tu apetito natural. Y si decides beber alcohol después del trabajo, hazlo de forma moderada. El alcohol puede aumentar tu apetito, lo que podría llevar a que comas en exceso.

Para que beber agua sea más divertido, intenta agregarle frutas frescas o tu saborizante favorito bajo en calorías. Los Paquetes surtidos de Tubitos 2GO™ de Nutrilite™ con saborizante son convenientes para mezclar en el agua y vienen en una gran variedad de sabores como fresa-kiwi y mango cítrico.

Distingue entre el hambre emocional y el hambre real

Cuando intentes evitar comer por estrés, asegúrate de sintonizarte con lo que tu cuerpo realmente necesita, no solo lo que quiere. Antes de dirigirte a la cocina para comer un refrigerio, pregúntate a ti mismo si realmente tienes hambre. ¿Tu estómago está gruñendo? Si no es así, puede que te sientas estresado o aburrido y el refrigerio solo sea una distracción.

Cuando te sientes a comer, asegúrate de crear un ambiente en el que puedas disfrutar la comida y concentrarte en ella. Elimina las distracciones apagando la televisión y alejando tu teléfono y computadora portátil. Baja tu tenedor entre los bocados y escucha cómo se manifiesta tu cuerpo sobre cuánto necesitas comer. Deja de comer cuando te sientas satisfecho.

Mantén alimentos saludables en tu refrigerador y prepara tus comidas

Mantener el refrigerador y la despensa abastecidos con alimentos saludables es una gran ayuda cuando intentas comer mejor mientras trabajas desde casa. Esto significa tener a mano una gran selección de alimentos sin procesar, como frutas, verduras, nueces y carnes magras para que puedas crear platos y refrigerios nutritivos. Una vez que los tengas al alcance de tus manos, la preparación de las comidas será fácil. Planificar tus comidas y refrigerios diarios es una excelente manera de evitar consumir refrigerios extras durante el día, porque sabrás que pronto comerás otro plato delicioso.

Lo mismo ocurre con los refrigerios. Tener alimentos convenientes y saludables que puedas comer entre comidas te ayuda a mantener la energía mientras trabajas. Puede ser un trozo de fruta fresca, un puñado de nueces o una bolsa de Refrigerios de proteína Zesty BodyKey by Nutrilite™, los cuales son crujientes y tienen la proporción perfecta para un bocadillo de media tarde.

No trabajes cerca de la cocina

Cuando trabajes desde casa, asegúrate de preparar el área de tu escritorio en un espacio lejos de la cocina. De esta manera, no tendrás la tentación de pasar por el refrigerador o la despensa entre proyectos. Intenta establecerte límites y solo entra a la cocina cuando te prepares para disfrutar de uno de tus platos o refrigerios previamente planificados.

No compres comida chatarra

Es una propuesta simple: Si no lo tienes a tu alcance, no te lo comerás. Evita abastecer tu refrigerador o los estantes de tu despensa con comida chatarra, ya que esos son los artículos por los que tiendes a inclinarte cuando te aburres. Ten especial cuidado de tener alimentos en casa que podrían desencadenar un exceso de comida. Si tienes debilidad por el helado de triple chocolate, no lo compres. Si quieres disfrutarlo, puedes pedir unas porciones en tu tienda de helados favorita la próxima vez que salgas. Debido a que lo has estado esperando, será un premio que te deleitará.

Evitar comer por estrés cuando trabajas desde casa puede parecer algo difícil al principio. Pero lo más importante es practicar el cuidado personal y mantenerse bien. Con un poco de planificación y preparación de comidas, te acostumbrarás a estos hábitos saludables.