A simple vista, poder trabajar desde casa suena increíble. No más traslados en la hora pico. Puedes distribuir los insumos de trabajo en tu oficina en casa (o en tu mesa de centro y sofá) y pasar el día desde la comodidad de tu propio hogar. Los alimentos y los refrigerios están al alcance de tu cocina, y crees que podrás hacer varias tareas a la vez con facilidad, cambiando entre las tareas domésticas y los proyectos del trabajo.

Pero la realidad es un poco más caótica para la mayoría de nosotros. A veces, la integración de la vida laboral puede ser bastante confusa. Y si estás trabajando desde casa por un largo período, y especialmente si tienes hijos u otros adultos en el hogar, la falta de límites entre tu vida personal y tu carrera puede causar mucho agotamiento.

Existen maneras de establecer límites y hacer que el bienestar del lugar de trabajo sea una prioridad cuando trabajas desde casa. A continuación, compartiremos algunos consejos sencillos que te ayudarán a mantener el control de tu propia integración de la vida laboral. Esto te permitirá elegir el enfoque que mejor funcione para ti.

Enfócate en el trabajo más importante

Trabajar desde casa te permite agilizar tu día de trabajo, deshacerte de las tareas que no son importantes y evitar fácilmente algunas de las interacciones personales que generan una pérdida de tiempo en la oficina. Comienza por planificar de 3 a 4 horas de trabajo productivo ininterrumpido durante el cual puedas dedicar tu energía a las tareas de mayor prioridad. Si clasificas el trabajo y te sumerges en él, terminarás las tareas más importantes primero. Esto no solo aportará una sensación de logro, también les mostrará a tus gerentes que puedes terminar tu trabajo de manera exitosa mientras trabajas de forma remota.

Apégate a un programa

Crear un programa diario puede parecer lo opuesto al beneficio de la atmósfera relajada que creíste que tendrías gracias al trabajo en casa, pero, en realidad, es un paso fundamental para evitar el agotamiento. Si no te apegas a un programa, corres el riesgo de dejar que tu día laboral se filtre en tu vida personal. Un programa actúa como una barrera para mantener los dos aspectos separados.

Comienza por crear una rutina:

• Una hora de inicio diaria.
• Horas de trabajo específicas.
• Tiempo para almorzar y hacer diligencias.
• Una hora de finalización diaria.

No intentes dejar trabajo sin terminar, pensando en que luego podrás hacerlo de manera relajada en tu oficina en casa fuera del horario laboral. Esto te hará sentir como si trabajaras todo el día y podría causarte agotamiento. Es importante aprender a desconectarse del trabajo una vez que se hayan terminado las horas laborales. Ten una rutina de transición para indicar que estás cambiando del horario laboral al tiempo de relajación. Esto podría incluir apagar la computadora, limpiar tu espacio de trabajo y cambiarte de ropa.

Mantente conectado con tus compañeros de trabajo

Trabajar de forma remota te mostrará con bastante rapidez cuánto extrañas a algunos de tus compañeros de la oficina. Encuentra formas para conectarte con ellos siempre que sea posible. Esto puede ayudarte a sentirte menos solo y a mantener esas relaciones personales que pueden ser tan importantes para tu carrera.

No tengas miedo de hablar con ellos sobre temas que no estén relacionados con el trabajo. Programa una videollamada durante el almuerzo o después del trabajo para compartir historias sobre cómo todos están lidiando con el programa de trabajo remoto. O agrega un poco de diversión invitando a tus compañeros de trabajo a una hora feliz virtual.

Toma descansos frecuentemente

Puedes tardar un poco en acostumbrarte a esto, pero asegúrate de tomar descansos cortos en la mañana y en la tarde, además de la hora del almuerzo, cuando trabajes de forma remota. Es posible que te sientas tentado de trabajar en tus descansos, pero no lo hagas. Es importante que te tomes estos escapes mentales. Puedes poner a lavar una carga de ropa, salir a caminar rápidamente o sentarte afuera y ponerte al día con tus amigos y familiares por teléfono o una videollamada.

Estos descansos son un buen momento para comer un refrigerio saludable. Mantén trozos de fruta fresca a mano y refrigerios como las barras de BodyKey by Nutrilite™ que disminuyen el hambre con una gran variedad de deliciosos sabores como masa de galletas con caramelo y brownie de chocolate.

Ajusta tus expectativas

Puede que estés acostumbrado a tener días normales de 8 horas en la oficina y te sorprendas de descubrir que estás terminando el trabajo mucho más rápido cuando trabajas de forma remota. Debido a que trabajar desde casa probablemente significa tener menos distracciones (como cuando tus compañeros de trabajo pasan por tu escritorio para conversar o te invitan a disfrutar de un almuerzo largo), es probable que tu productividad aumente. No te sientas culpable si estás terminando la misma cantidad de trabajo en 4 o 5 horas, en lugar de 8. Adapta tus expectativas y aprovecha ese tiempo adicional para ti que ganas cada día.

Reconoce las señales del agotamiento

Trabajar desde casa es un gran cambio y algunas personas lo manejan mejor que otras. Mantente atento a cualquiera de estas señales de advertencia que indican que el estrés prolongado y el exceso de trabajo te están generando agotamiento:

• Dolores de cabeza.
• Actitud negativa hacia el trabajo y la carrera.
• Pérdida de motivación.
• Dificultad para dormir.
• Cansancio.
• Dificultad para concentrarse.
• Ansiedad.

La integración del trabajo desde casa y la vida laboral puede tener una pronunciada curva de aprendizaje para algunas personas. Con la ayuda de un programa diario y una barrera firme entre tu carrera y vida personal, puedes hacer que funcione para ti.